miércoles, 19 de febrero de 2014

¿Qué más tenemos que soportar?



El otro día fui al supermercado a comprar varias cositas de necesidad básica y de repente me he chocado con los altos precios. En ese momento no contaba con mucho dinero pues acababa de echar gasolina y pagar la renta, así que decidí hacer un estudio de que productos puedo comprar para poder comer en mi casa. El resultado fue increíble. Artículos que solía comprar a un dólar ahora cuestan casi dos y eso sin contar el impuesto que el gobierno le añadió. Me comenté en ese momento: ¿y qué hago entonces? Definitivamente hay que pensarlo bien. El gasto fue de casi $30.00 y apenas llené una bolsita.

De regreso a casa estaba la cuenta de la energía eléctrica. WOW!!! Increíble este recibo, si nunca estoy, mi nevera es pequeña, no tengo aire acondicionado y menos secadora, solamente consumo en el “wiken” y durante toda la semana salgo de mi casa a las 7:00 am y regreso a las 7:00 pm. Cuando leo noto que el ajuste por combustible se aumenta cada vez más. “OK”, me perdí, tengo un servicio donde yo tengo que pagar la gasolina que dice que consumo, aunque no sepa cuánto está el precio de la misma. No basta con la gasolina que sé que estoy consumiendo también tengo que pagar mucho más por el que no sé si realmente consumo. Si no entendiste esta línea de pensamiento, puedes imaginar cuán confundido estaba ante la situación.

Luego de ese pequeño infarto me asomo afuera y noto que hay una fuente de agua que emana de la carretera, una imagen hermosa claro, pues era un tubo roto o una “avería” como suele llamarlo la compañía de agua potable. En ese momento me pregunté: ¿esa agua quien la paga? Claro la vecina que le suspendieron  el servicio temporalmente, o sea se la cortaron porque debía un mes mientras ellos (la compañía) no pueden  resolver a tiempo. ¿Qué ironía no? Pero esa avería durará más de una semana y entre los lapsos cortos de no tener el servicio y un domingo con un taladro toda la mañana se puede vivir bien. Claro el taladro es de la compañía de aguas que trabaja de lunes a viernes pero el domingo cuenta como horas extras, otro metida de mano a nuestro bolsillo.

Para aliviar toda esta tensión, decidí entrar al internet, pero para mi sorpresa el servicio no estaba disponible. Se me ocurre la gran idea de llamar y hablar con esa máquina donde tienes que apretar los números para que te responda. Después de esperar casi 30 minutos sale otra grabación diciendo que hay una “avería” cerca de mi casa. Lo aceptaría si me hicieran un reembolso pero el mes pasado ocurrió esto varias veces y la cuenta aumentó de manera increíble. ¿Estaremos pagando por un mal servicio? Mientras peor es el servicio más dinero pagamos. Esto es una realidad.

Recordé que tenía que cocinar, pero con toda esta odisea había perdido el apetito, más cuando miré a un lado y vi mi talonario del mes, el que por lo general no llega a tiempo pues el depósito directo lo resuelve todo y entonces me di cuenta que ya me están cobrando el plan médico renovado y que había aumentado casi $25.00. ¡Tremenda noticia! Sabrás que me fui a la cama sin cenar y supe entonces que todo es parte de un plan magistral.

En el análisis que por lo general hacemos antes de mirarnos por dentro me percaté que todo esto nos lleva a un solo lugar… al cementerio. Analiza conmigo. Lo que compré para cenar me costó casi $30.00 y en su mayoría están hechos de ingredientes dañinos,  luego de toda la carga emocional de las cuentas y la poca paga, nos percatamos que tengo un plan médico que es carísimo pues lo necesitamos, pero a su vez no lo usamos por miedo a pagar el deducible, así que poco a poco nos matamos pues no podemos pagar ni siquiera para poder sobrevivir. Sólo nos resta sonreír a la vida porque sabemos que contando con los políticos del país tendremos tremenda puñalada en las espaldas. El pueblo no puede más con tanta carga. Los ricos más ricos, los “pobres”  ya son clase media y la clase media literalmente pobre.  Como dice mi gran amigo Samuel Martínez: “seguiremos informando”.







jueves, 13 de febrero de 2014

No es Tan Difícil



¡Qué bonito es estar enamorado! Quisiéramos que esto dure para siempre, pero lamentablemente muchas veces este sentimiento se puede apagar. Es difícil tratar de mantener una relación de parejas. Somos seres diferentes con intereses aparte, con metas similares pero utilizamos distintas formas para alcanzarlas.  Por lo general creamos discusiones con soluciones sencillas pero las complicamos. Trataré de dar consejos generales para mantener una relación viva, no importa si es noviazgo, matrimonio o como queramos llamarle a esta bonita experiencia de vida.

Una buena relación debe comenzar con buena comunicación. Evitar malos entendidos podría redundar en ahorro de energía. Como pareja es importante tocar temas de importancia para ambos. Estar de acuerdo en las decisiones y evitar los silencios. El diálogo es clave para una relación. No hable con terceros, por lo general cuando pedimos consejos aplicamos solo los que entendemos nos convienen y esto no ayuda.

La confianza debe ser una de las características que debe llevar una buena relación. Cada ser humano necesita esa confianza para desarrollarse.  La falta de la misma provoca inseguridad entre las parejas  y como  consecuencia habrá una separación. Hablar con la verdad siempre hará crecer esa confianza.

El apoyo mutuo es importante entre las parejas. Si tienes buena comunicación y hay confianza y el apoyo no debe faltar. Siempre necesitamos personas que crean en nosotros  y que mejor demostración de amor que el apoyo mutuo. Si hacemos esto notaremos un mejoramiento en la relación. Nunca falla.

 Comprensión  y espacio. Somos seres totalmente distintos y en muchas ocasiones necesitamos ese espacio para liberarnos. El acaparamiento de ambas partes podría causar un poco de molestia y puede terminar en algo que ninguno de los dos desea. Es importante también que haya comprensión sincera. Si realmente entiendes a tu pareja demuéstralo, no lo digas.

Seamos detallistas. Esta característica es muy bonita, pero no se trata solo de dar obsequios. A veces estos no son necesarios, hay miles de detalles que podrán mantener feliz a nuestra pareja. Un mensaje, una canción, un beso inesperado, en fin somos creadores en el amor, así que esto lo dejo a ustedes.


Estos “tips” pueden ayudar  a que tu relación perdure. Mucha suerte con esto. Feliz día del amor y la amistad.

martes, 4 de febrero de 2014

¿Dónde están las Instrucciones?


No hace mucho en uno de mis momentos de ociosidad escuchaba a Serrat cantando la canción “Esos Locos Bajitos”  y de repente me llegó la musa para escribir sobre este fenómeno natural por el cual todos pasamos.  Mientras la canción tocaba mi mente se iba en retrospectiva e iba analizando todo lo que está sucediendo en nuestra sociedad. De pronto me impacté. ¿Qué nos pasó? ¿Dónde fallamos? ¿Qué se perdió? ¿Por qué ya no son tan locos esos bajitos?

Los hijos son la alegría de un hogar. Durante su llegada todo se convierte en orgullo, fiesta, alegría en fin una emoción incalculable. Es el deseo de cada pareja pero; ¿qué pasó con esa alegría? Cuando salimos a lugares públicos vemos como mucho de estos padres han olvidado atender a sus hijos. En los centros comerciales por ejemplo, es triste ver como algunas madres están dentro de un estante de ropa (rack) mirando lo último en la moda y su criatura dando bandos por la tienda. Padres que se llenan la boca que están criando a su chico y apenas saben quién realmente es su hijo. No conocen sus gustos, sus amistades, ni siquiera su espacio. Otros celebran más su vida social independiente  que una buena calificación, un logro o una pequeña sonrisa de su “bajito”. Luego en la adolescencia nos preguntamos qué pasa con ese muchacho. Ya no me abraza, no me habla, no me besa. De inmediato lo resolvemos con el psicólogo para que trabaje el asunto. Un psicólogo puede ayudar, pero tú sabes cual es la raíz del problema.

Ya los “locos bajitos”  no son tan locos. Durante su niñez todo nos molestaba, era más importante el trabajo, porque con eso tengo para comprar cosas materiales y hacerlo feliz, así que dedicar un minuto a nuestro pequeño se podía convertir en perdida de dinero. Esto va calando fuerte en el pequeño. No es casualidad que haya tanto diagnóstico de niños con déficit de atención. Muchos niños sufren esta condición que por cierto su “descubridor o creador” recientemente confesó haber inventado dicha condición para justificar comportamientos. Pero si analizamos a los padres de estos pequeños veremos que ha habido algo en el camino que convirtió a este “loco bajito” en un niño especial. Atención, palabra que es tan difícil de aplicar es lo que provoca esta condición  aunque la neurociencia diga lo contrario.  Recuerdo aquel anuncio que decía: “claro hijo habla con tu mamá”. Esto lo tomábamos a broma, pero los resultados de ignorar a nuestros “bajitos” traerá grandes y terribles consecuencias.

Los pequeños tienen curiosidades que debemos atender, necesitan de nosotros. No podemos seguir de la vista larga a sus asuntos y utilizar los videojuegos, la televisión y los objetos electrónicos como niñeras.  El dinero no compra amor, no desarrolla sentimiento además, los hijos no conocen del valor del dinero hasta que tú se lo enseñas. Evitemos cambiar dinero por tiempo. Eso no resuelve nada, por el contrario desarrollarás una visión distinta de lo que es la relación hijo padre.

Reflexionemos, aún estamos a tiempo. Si ya haces todo lo que  consideramos incorrecto podemos ajustarnos. Juega con ellos, empápate de sus cosas luego te haces el ignorante. Es una satisfacción ver como tus pequeños te explican las cosas, al final hasta terminas hablando como ellos, con efectos especiales y todo. El dinero se lo puedes dar, pero que lo ganen. De este modo  sabrán el valor del mismo. Déjalos que sean “locos” disfruta eso pues sabrás que añorarás esos momentos. Serán los recuerdos más grandes de tu vida y estarán contigo para siempre. Háblales, descubrirás un mundo de cosas que jamás pensabas que el “bajito” sabía. Demuestra el orgullo que sientes, cree en cada palabra suya, desarrolla confianza,  jamás rechaces un beso o un abrazo, un paseo por el centro comercial agarrados de mano, eso será una experiencia divina. Si tienes que llorar con él o ella hazlo, así  sabrá que tienes sentimientos y que realmente sientes su sufrimiento. Si tu niñez no fue así, evita usarla de ejemplo. Crea tu propia paternidad, no existe un manual del padre perfecto, escribe tú mismo la historia y cuando esos “locos bajitos” crezcan, agradecerán todo ese legado y que ayudará a encontrar ese manual de instrucciones que aún no hemos encontrado.