No hace mucho vi una película muy interesante relacionada a
las redes sociales. Quizás parezca un tema repetido en nuestro diario vivir
pero aun así ignoramos la importancia del mismo. Para hacer el cuento corto, la
película trataba de cómo estos sitios sociales en la web afectan en nuestra
vida de forma negativa y más cuando estamos totalmente atados a ellos. Esto me
creó mucha preocupación pues estamos
viviendo en una época donde el hablar y el comunicarse ya es algo silencioso.
Creemos que estar en una red social, las cuales no
mencionaré pues ustedes las conocen, nos hace un bien a nuestra sociedad. Pero el objetivo de
estas redes ya se ha perdido. Queremos estar en todas y claro nosotros los
puertorriqueños no fallamos en esto. Somos parte del mundo globalizado pero; ¿qué
pasa cuando esto ya es enfermizo? ¿Qué pasa cuando nos afecta en lo personal,
en el trabajo y con la familia?
Es triste ver las personas caminando como “zombies” con sus
teléfonos “inteligentes” viviendo la vida de todos y de nadie. Invitar a una
persona a cenar se ha convertido en una tertulia silenciosa. El móvil se ha
convertido en parte de los utensilios necesarios que están en la mesa. Si
charlamos, quizás la conversación dure algunos cinco minutos, pues no pasa mucho
cuando ya miramos para saber que escribieron
en la red y claro sólo dejaste de mirar unos cinco minutos y notaste que por lo menos dos de cada cinco personas
que conoces han “posteado” el mismo estado o el mismo “meme”. Cuando acaba la cena
apenas se sabe que hablaron y se ha perdido todo el sentido de lo que fue una
cena íntima y en buena compañía.
Si hablamos de lo que pudiera esconder cada conversación
estaríamos un día entero comentando. De hecho miles de personas se esconden
para expresar lo que sienten y que no pueden decir en persona. Parece bueno pero no
lo es. El socializar de tú a tú es necesario para el ser humano. Somos seres de
sociedad y necesitamos hablar, comunicarnos de forma correcta. Las charlas por
teléfono impiden un poco pues cuando sentimos algo profundo lo hacemos notar
con la voz, pero en un escrito es un poco difícil y peor aun cuando utilizamos
solo símbolos, letras y pegatinas (stickers). Es triste que muchas relaciones
amorosas culminen por medio de estos mensajes, y peor aun cuando hablas con
alguien que realmente no existe. Esto suele ocurrir mucho con los adolescentes.
Estos jóvenes apenas saben con quién se comunican y la verdad es que un papel o
un escrito aguanta todo lo que puedas escribir. Al final resulta una gran
sorpresa.
En las familias ya no existe esa comunicación. Cada quien
vive su mundo cibernético a su forma. Salimos de paseo y no falla ese sonido
del móvil anunciando que alguien escribe. Tampoco falta ese anuncio en la red
que dice: “compartiendo en familia y olvidándome de todo”, frase que considero
un poco contradictoria pues le estás diciendo a todos lo que NO forman parte de
tu familia, que los estás olvidando mientras paseas y tienes tiempo con la
familia y no te das cuenta que lo pierdes escribiendo un estatus que a nadie le
interesa. Peor aun cuando se habla del “quality time” con los hijos. De que
rayos hablan si llevas metido en la red casi cuatro horas. ¿Dónde está esa
calidad de vida para los hijos? Luego no te puedes quejar si ellos cuando
crezcan no puedan hablar en confianza contigo.
Nuestros muchachos ya se están afectando. En las escuelas
por ejemplo, los estudiantes andan en grupo pero ninguno se habla. Todos están
en las redes sociales “comunicándose” con otras personas fuera del círculo de
amistades. En muchos casos, extraños que ni papá ni mamá conocen y menos ellos
mismos como ya habíamos mencionado antes. Y ni hablar de la forma en que
escriben o se expresan. Si este blog se escribiera de esta forma :/ <3 :-D ¿crees sería fácil de entender? Las carcajadas silenciosas
serían de esta forma: LOL LFMO, JAJAJAJA… algo difícil de apreciar. De hecho ya
hasta los teléfonos inteligentes permiten ese tipo de símbolos para facilitar
la vida, pero en la vida laboral estas tonterías y disparates no son bien
aceptadas. Si dudan, intenten en la universidad hacer una carita feliz al lado
de su nombre, un corazoncito en donde debería ir un acento y una bolita
encima de la letra “i”.
En la película que comentaba al principio, tiene escenas las
cuales se tratan de los personajes escribiendo en la red social. Esta es la
parte en la que decidí ir al baño. ¡Caramba, qué parte aburrida! Esto sucede a
diario. Silencio total en nuestras vidas. Olvidamos quienes están a nuestro
alrededor, lo cambiamos por un grupo de personas que a veces ni conocemos en
persona, pero le llamamos “amigo”. Este silencio del que mencionamos pueden
destruir relaciones tanto personales como de pareja y sin descartar las
familiares. Preferimos compartir nuestra vida personal e íntima con todos antes
que con los que realmente te quieren y aprecian.
Abogo por las tertulias, por la comunicación hablada con un
buen café. Creo en las cenas de familia donde se discuten temas interesantes,
hablamos sobre nuestro día, aprendemos de las anécdotas de los mayores,
conocemos por lo que pasan nuestros hijos y un sinfín de cosas que ocurren en
este momento el cual acostumbro a llamarlo sagrado. No rechazo las redes
sociales, estas llegaron para quedarse pero debemos estar conscientes del daño
que nos está haciendo a diario y cuan perjudicial será para el futuro, no el nuestro,
sino el de nuestros hijos. Meditemos en esto.
8 comentarios:
Excelente Mel...!! Me gusta tu blog...FOLLOWER!!
Siempre he sido seguidor de la opinión de Melvin. Dale pa'lante!
Muy bueno el escrito. Saludos.
MEGA LOVE IT!!! Mi eterna queja q SÓLO ha logrado q ya NØ quiera "socializar" con algun@s... EXCELENTE q tienes un don d palabras sabias!!! Friend, fan, follower... all in 1!!! :)
Gracias por el apoyo. Podrán disfrutar de más lecturas cada semana.
Muy cierto bro. congrats...
Verdadero. Yo sufro de ver a mis seres queridos en casa ó a donde vayamos, no pueden estar mas de 3 minutos sin mirar el celular. Y no pueden ignorar el sonido de notificación nueva. Mira si los domina que incluso cuando es mi celular el que suena, me insisten y hasta me cuestionan, el porqué no miro mis notificaciones. Con una actitud casi de adictos, casi quisieran ellos mismos atender, incluso mi celular. Es increible. Y se molestan tanto cuando les pido que presten atención, que hagamos contacto visual y se desconecten de los aparatos. Y lo he notado en sitios públicos como los restaurantes que has mencionado, me pongo a mirar en otras mesas y las personas parecen bobos y me disculpan, pero eso es lo que parecen cuando se quedan hasta con la boca abierta mientras leen su aparato electrónico. =-/ ( Cara de pocos amigos, como para no perder la costumbre. )
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